Malditas navidades

Hola me llamo June y he pensado hacer este cuento porque... ¡exacto!, todo el mundo cree que las navidades tienen que ser felices y que ha todo el mundo les tienen que gustar.

¿Verdad que tú también lo piensas?

Pues espero que este cuento te haga cambiar de idea.

Hace bastantes años, un día de navidad pasó esto.

¡Ah! perdón soy Nieve un perro blanco de 2 años. MI familia es estupenda. Tengo cuatro dueños, Emily la más pequeña de 5 años, su hermano Iker de 10,su madre Lupi y mi gran dueño al que más amo, el gran Ronald, el padre de la familia.

Bueno, todo iba genial, todos los días alguien me sacaba a pasear al parque, corría, andaba, me tiraban el frisbee, me caía... Todo era perfecto...

Hasta que llegaron las malditas navidades, os contaré por que, pues bien, en navidades, en el parque había muchísima gente y había unos cuantos renos que se apoderaban de la campa verde donde yo antes jugaba. Ya casi no me sacaban a pasear al parque y la gran ciudad, estaba llena de luces que no me dejaban ver nada, la gente me daba bolsazos en las que llevaban kilos y kilos de variedades de chocolate, además, en la bolsa, salía ¡un reno con un gorro de navidad rojo y blanco! Todo eso me parecía una burrada. Las únicas veces que salía de casa era para que Emily e Iker vieran los escaparates de miles de tiendas. Parecía que ya no me querían. Una de las bolsas me dio en el hocico y me lo dejó rojo. Ni siquiera me llevaron al veterinario. Ya, no me tumbaba al lado de Ronald a ver la tele...

Odio la navidad.

Espero que este cuento os haya hecho cambiar de idea sobre la navidad.